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  • Carmen Sanz

¿Por qué a la mayoría de niños no les gusta leer?

Estudios recientes indican que los niños cada vez leen menos y no aprecian el placer que se deriva de la lectura, lo cual empeora significativamente según a la llegada adolescente. El estudio reveló que el 53% de los niños de 9 años leen diariamente por placer, porcentaje que se considera bajo, mientras que a los 17 años solo el 19% lo hace, lo cual es significativamente bajo.


Cuando somos pequeños, normalmente en infantil, la lectura es un juego en el que participan tres integrantes; por un lado, el portavoz que lee el libro, normalmente papá ,mamá o la profesora. En segundo lugar el niño, y por último, el libro. En esta etapa del niño, va a pedir en numerosas ocasiones que se les lea el mismo cuento, que es su favorito y no se cansan de él. Esto es debido a que el niño se encuentra en un momento de descubrimiento, de investigación, de ansia por aprender y conocer. Es fundamental que escuchen y entiendan bien los cuentos para que puedan compartir con otros niños la sensación de emoción, expectación, silencio y comprensión.


Cuando aprendemos a leer hay que tener e cuenta que estamos motivamos, queremos leer todo lo que nos vamos encontrando en nuestro día a día, desde cualquier libro o revista que hay en casa hasta los carteles publicitarios de la calle, las matrículas... Aprovechamos cualquier momento para leer, devoramos cualquier libro. Los adultos, tienen que buscar libros o revistas que le puedan gustar a los niños. No demasiado largos, que sean variados y con una letra que facilite la lectura autónoma.


Una vez llegados a este punto, tenemos que evitar que los niños pierdan el deseo lector. Existen muchos motivos por los que se puede perder el deseo lector. En primer lugar, puede ser un mal aprendizaje, un aprendizaje traumático que le hace silabear, tener que releer una y otra vez hasta adentrarse en el significado. No nos damos cuenta de este problema hasta que el niño no se pone ante textos que no conoce y con los que no ha trabajado. Como maestros, tenemos que tener mucho cuidado y desarrollar de manera atractiva, motivadora y cercana el aprendizaje al niño.


Otro de los grandes errores que hay en nuestra educación es que a los adolescentes les manden como lectura: La colmena", "La Regenta", "El Cantar del Mío Cid", "El Quijote" una de las obras más editadas y leídas después de la Biblia. Lo que más me llama la atención es que si escribimos en el buscador de internet El Quijote, las opciones que salen son las siguientes: El Quijote libro más leído, El Quijote pdf y hasta aquí bien, pero lo siguiente me ha hecho pensar bastante. El Quijote resumen, El Quijote resumen por capítulos, El Quijote rincón del vago, El Quijote resumen para niños... Después de haber tenido que leer este libro y ver todos los resultados al buscar el libro, creo que cada libro tiene su momento en la vida, no hay que obligar a niños y niñas a lecturas para las que no están todavía preparados. Nuestra sociedad no está preparada para tener futuras generaciones que no se hayan leído estos libros, que tienen numerosos años porque si no esas generaciones no serían personas cultas.


Desde mi punto de vista, el mayor problema proviene cuando la lectura pasa de ser un mero entretenimiento a ser una "obligación" de clase. Las fichas de lectura y los exámenes de un libro consiguen que se te quiten las ganas de leer. Por otro lado, el tipo de libros que se sulen mandar no son muy atractivos para niños de estas edades.


Tenemos que cambiar este problema. Hay que cambiar que leer sea una obligación que consista únicamente en saber a la perfección la trama de todos los personajes para luego rellenar una ficha o un examen con preguntas muy concretas que no tienen importancia ninguna. Y.., para cambiar esto, ¿qué podemos hacer? ¿es posible?


La animación a la lectura es un acto consciente realizado para producir un acercamiento afectivo e intelectual a un libro concreto, de forma que este contacto produzca una estimación genérica hacia los libros. A partir de ella se pretende conseguir el auténtico placer de la lectura. Para llevar a cabo esta pequeña pero gran efectiva solución, se necesita tiempo para prepáralas y entusiasmo. El objetivo de estas estrategias es que el niño no-lector, o poco lector, descubra el libro; ayudarle a pasar de una lectura pasiva a otra activa; desarrollar en él el placer de leer; ayudarle a descubrir la diversidad que hay de los libros...


¿Por qué no se lleva a cabo?

Se ha intentado en numerosas ocasiones, pero sin tener éxito. Uno de los problemas que puedo observar son la cantidad de temario que tienen que explicarse en el aula.


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